El tomate es uno de los alimentos más comunes en la cocina, se emplea de forma fresca, en numerosos platos, ensaladas y salsa, y se caracteriza por ser bastante nutritivo y sabroso.
Uno de los mitos alrededor de esta fruta es que produce diarrea ¿será cierto que el tomate produce diarrea? ¿Se puede consumir tomate teniendo diarrea? ¿Qué otros efectos se conocen de esta fruta?
La deposición anormal de la materia fecal se conoce con el nombre diarrea, el cual es un mecanismo de defensa propio que emplea el intestino, que envía directamente al recto algún elemento que ha detectado como potencialmente peligroso y que podría afectar al organismo, en consecuencia, todo lo que entra al organismo, va directamente al colon para ser excretado, sin pasar por el proceso de digestión.
¿Por qué el tomate puede producir diarrea?
No siempre que comamos tomates o algún derivado de este nos va a provocar diarrea, sin embargo, debemos tener especial cuidado si tenemos una dieta alta en alimentos ácidos o si hemos ingerido mucho tomate en el día.
Los tomates, por acción de su pH, son alimentos altamente ácidos, por lo que provocan una fuerte acidez estomacal, esto puede provocar una alteración en la digestión y, en consecuencia, episodios de diarrea. Las salsas de tomate y demás derivados también pueden ocasionar acidez estomacal.
Si la persona también sufre de ERGE, debe eliminar por completo el tomate de su régimen nutricional.
Después de esta información podríamos decir que el tomate puede producir diarrea si se consume en exceso o si se tiene una dieta alta en alimentos ácidos.
¿La ingesta en exceso de tomate puede provocar diarrea?
El consumo excesivo de tomate puede causar una alteración en la digestión. Este fruto, como miembro de la familia de las solanáceas, contiene solanina, un alcaloide que resulta tóxico.
Este alcaloide forma parte de un mecanismo de defensa de la planta para protegerse de los animales con hábitos herbívoros. La mayor parte de la solanina se concentra en las hojas y en el tallo; no obstante, el fruto también contiene, por lo cual ingerir grandes cantidades de tomate puede causar una alteración en el sistema digestivo y provocar la diarrea.
Los alérgenos que están presentes en el tomate
Otra de las razones por la cual el tomate puede ocasionar problemas gastrointestinales es a raíz de la activación de alguna alergia, la cual puede producirse como consecuencia de una respuesta inmune provocada por el organismo ante la proteína del epicarpio, zumo o semillas del tomate. El silicato es uno de los compuestos que se encuentran en el tomate y puede desencadenar también una reacción alérgica.
Dentro del tomate también se pueden encontrar otros alérgenos como:
- Lyc e 1.
- Lyc e 2.
- Lyc e 3.
- Lyc e Quitinasa.
- Lyc e Glucanasa.
- Lyc e Peroxidasa.
- Lyc e PME.
- LYC e LAT52 (se encuentra en el polen del tomate).
- Lec2SA (se encuentran en las semillas del tomate).
La alergia oral es provocada, por lo general, por 4 proteínas: superóxido dismutasa, poligalacturonasa 2A, pectinesterasa y beta-fructofuranosidasa. El consumo de tomate en personas alérgicas a este fruto, puede provocar un aumento de la IgE que reacciona de forma negativa ante estas proteínas y desencadena toda una serie de reacciones en el cuerpo que, por supuesto, incluye la diarrea.
Tanto los mastocitos como las células inmunes pro-inflamatorias, se activan por la acción de la Inmunoglobulina E, una de las reacciones que provocan es la liberación de la histamina en el cuerpo, además de otros mediadores químicos que provocan síntomas gastrointestinales como: acidez, pesadez y diarrea.
Relación Tomate-Diarrea
Uno de los síntomas más comunes que se producen como reacción alérgica al tomate es la diarrea. Este síntoma gastrointestinal aparece en intervalos de tiempo, puede ser desde el momento en que se consume el tomate o un par de horas después de haberlo ingerido. La histamina se libera en todo el sistema digestivo, provocando episodios de náuseas, acidez, pesadez, vómito, dolor abdominal y diarrea.
La histamina cuando se libera, se dilata y aumenta la permeabilidad de los vasos sanguíneos, lo que provoca que una enorme cantidad de fluidos en exceso ingresen al lumen del intestino a una velocidad mayor que la capacidad de estos para absorber y digerir dichos fluidos.
La histamina también puede provocar la contracción del músculo liso, que es lo que origina la producción de las heces fecales de consistencia blanda y acuosas que se pueden observar tiempo después de la ingesta de tomate.
La diarrea prolongada puede ser en extremo peligrosa, ya que deshidrata y debilita el cuerpo a través de las grandes pérdidas de agua y contenido mineral, entre ellos el potasio.
Relación Tomate-Histamina
La histamina entra dentro de la clasificación de aminas biogénicas, las cuales se encuentran en la naturaleza y se producen con frecuencia durante los procesos de descomposición y deterioro. Es una sustancia mensajera que se encarga de una gran serie de funciones, entre ellas: Transmitir los impulsos nerviosos, expandir los vasos sanguíneos y hacer que los músculos se contraigan para que, posteriormente, se relajen.
Entre otras de las funciones que cumple la histamina en el cuerpo está: la digestión de la grasa, la formación de la hemoglobina, regulación del día y noche y cicatrización de las heridas.
Otra de las razones por la cual una persona puede tener una reacción alérgica o sufrir de diarrea al consumir tomate, es a causa de la intolerancia a la histamina. Cuando esto ocurre, hay un bloqueo de la interacción de esta sustancia con dos enzimas que se encargan de catalizar, por lo tanto, el cuerpo no es capaz de descomponerla.
Los alimentos con más concentración de histamina son: El vino, el salami, el chocolate y, por supuesto, el tomate.
Dentro de nuestro organismo, contamos con la presencia de una enzima que se encarga de descomponer la histamina, esta enzima se conoce con el nombre de DAO (diamino oxidasa).
Cuando se da un caso de intolerancia a la histamina, la actividad de DAO se interrumpe casi en su totalidad, por lo cual la enzima descompone la histamina muy despacio, provocando que este exceso de lugar a malestares de todo tipo, pero el más común es la diarrea.
¿Puedo comer tomate si tengo diarrea?
En el caso de que no tengas ningún tipo de reacción a los alérgenos del tomate y tampoco tengas problemas con la histamina, pero hubo un proceso anormal en tu digestión que te causó diarrea, uno de los primeros alimentos que debes evitar son los alimentos ácidos como el tomate.
El tomate, debido a su pH, es un alimento ácido, por eso no es para nada recomendable su ingesta si se está pasando por un malestar gastrointestinal.
Lo más recomendable es consumir alimentos con una buena proporción de fibra, específicamente en pectinas, como es el caso de la compota de manzana, banana o yogurt. Los alimentos con un buen contenido proteico y ricos en sodio, también son una estupenda elección para ir regulando la actividad normal del sistema digestivo.
¿Qué otros efectos secundarios pueden provocar el consumo de tomate?
El exceso de tomate, además de trastornos gastrointestinales, puede provocar otras alteraciones en la salud, entre las cuales tenemos:
1. Alergias y erupciones
Los síntomas de alergias y erupciones, con frecuencia se presentan casi instantáneamente después de consumir el tomate. Estos síntomas incluyen picor, irritación, eccemas, hinchazón en la cara y lengua.
Esta reacción se debe a la sobreproducción de histamina en el cuerpo que, como bien explicamos, puede generar una serie de reacciones negativas en el cuerpo.
Según diversas investigaciones, el tomate también puede producir dermatitis, la piel se vuelve muy roja y toma un aspecto reseco, esto también puede ocurrir en la zona de los labios, justo al momento que hay contacto entre el tomate y esta zona de la boca.
2. Problemas renales
Las personas con problemas renales o con antecedentes de enfermedades en los riñones, deben también limitar el consumo de tomate. Según una publicación del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE. UU, las personas con enfermedades renales deben evitar los alimentos ricos en potasio, como es el caso del tomate.
Altos niveles de potasio en el organismo pueden provocar la aparición de trastornos renales, esto se evita con una dieta baja en potasio, por lo cual se debe evitar los tomates, las salsas de tomates, las pastas de tomates y cualquier otro derivado de esta solanácea.
La salsa para pasta industrializada trae consigo también altos niveles de oxalato, que es otra de las razones por las que las personas susceptibles deben evitarlo.
3. Síndrome del intestino irritable
Los tomates, a consecuencia de su piel y semilla, pueden provocar la aparición del síndrome del intestino irritable, y si ya lo sufres, lo que provoca es que se inflame al comer esta fruta.
Según un estudio, los tomates también son uno de los alérgenos alimentarios más comunes que pueden causar problemas intestinales.
4. Aumenta los niveles de sodio en la sangre
A la hora de comprar algún derivado del tomate, como, por ejemplo, las salsas, asegúrate que ésta tenga niveles equilibrados de sodio, ya que la mayoría de estos productos industriales contienen alto contenido de este mineral.
De hecho, la misma sopa de tomate contiene grandes cantidades de sodio. Solo una taza de sopa puede contener entre 700 y 1,260 mg de sodio, mientras que los tomates enlatados en promedio tienen contienen unos 220 mg de sodio por cada media taza.
5. Aumento de los dolores corporales
Cuando el cuerpo reacciona ante las proteínas contenidas en esta fruta, en los tejidos se libera la ya conocida histamina. Este compuesto suele causar hinchazón y dolores en las articulaciones.
Pero no solo la histamina es la responsable del dolor articular, la solanina también provoca ciertos malestares y dolores en las articulaciones, por lo cual es importante poder tener una dieta equilibrada y no abusar de la ingesta del tomate.
El tomate también dispara los niveles de ácido úrico, y esto puede conducir a sufrir de gota. De igual forma, las personas que sufren de artritis no deberían abusar del tomate en su régimen alimenticio.
Beneficios del tomate
No queremos enfocarnos exclusivamente en la parte negativa del tomate, si bien, todo en exceso hace daño. Pero el tomate, en proporciones adecuadas, tiene muy buenos beneficios para la salud, entre las cuales se encuentra:
Entre sus beneficios tenemos:
1. Es un poderoso antioxidante
Gracias a la presencia de vitaminas como la Vitamina A, C y E, que ayudan a potenciar el sistema inmune y evitar la oxidación de las células, además del envejecimiento prematuro.
2. Estimula la salud ósea
El licopeno es una sustancia que se encuentra en el tomate y que cuenta con la capacidad de ayudar a que nuestros huesos estén más sanos y fuertes.
3. Es beneficioso para los ojos
Gracias a su rica concentración en Vitamina A, ayuda a proteger todo lo relacionado a la salud de los ojos y a mejorar los nervios oculares.