La vitamina D es una vitamina liposoluble que se encuentra en algunos alimentos y también se produce naturalmente en la piel cuando está expuesta al sol. Es importante para la absorción de calcio y el mantenimiento de los huesos y dientes fuertes y saludables. También juega un papel importante en el sistema inmunitario y en la regulación del ciclo del sueño.
Una de las principales fuentes de vitamina D es la exposición solar, pero también se puede obtener a través de la dieta. Los alimentos que contienen vitamina D incluyen pescados grasos como el salmón, el atún y el arenque, así como huevos y productos lácteos fortificados. También se pueden obtener suplementos de vitamina D.
La falta de vitamina D puede llevar a una serie de problemas de salud, incluyendo debilidad ósea y enfermedad ósea, como la osteoporosis. También se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, diabetes y ciertos tipos de cáncer.
En cuanto a si la falta de vitamina D engorda, no hay evidencia clara de que esto sea cierto. Algunos estudios han sugerido que una deficiencia de vitamina D puede estar relacionada con el aumento de peso o la obesidad, pero no hay una relación directa clara. Es posible que algunas personas con deficiencia de vitamina D experimenten cambios en el apetito o en el metabolismo, lo que podría contribuir al aumento de peso, pero esto no se ha demostrado de manera concluyente.
En resumen, la carencia de vitamina D puede llevar a problemas de salud graves, pero no se ha demostrado de manera concluyente que la falta de vitamina D engorda. Es importante asegurarse de obtener suficiente vitamina D a través de la exposición solar, la dieta y, si es necesario, suplementos, para mantenerse saludable y fuerte.
¿La falta de vitamina D engorda cuando se tiene sobrepeso?
La vitamina D es una vitamina liposoluble que se almacena en los tejidos grasos. Cuando una persona tiene sobrepeso, hay menos vitamina D circulando en la sangre debido a que está retenida en el tejido graso. Esto puede llevar a una resistencia a la insulina y a un mal metabolismo energético, lo que significa que la persona no está aprovechando adecuadamente la energía de los alimentos que consume y puede aumentar de peso.
Además, la composición de las bacterias intestinales también puede afectar la cantidad de vitamina D que se almacena y cómo se aprovechan las calorías de los alimentos, creando un círculo vicioso que dificulta la pérdida de peso.
¿La vitamina D engorda o ayuda a perder peso?
La vitamina D puede contribuir a la pérdida de peso a través de tres mecanismos: mejora la resistencia a la insulina, mejora el metabolismo energético y favorece una composición de la microbiota que se asocia con personas delgadas (con más Bacteroidetes que Firmicutes).